Imagen del singular paisaje vinícola de Lanzarote, producto del ingenio del campesino insular al aprovechar agrícolamente el rofe expulsado durante las erupciones de Timanfaya del siglo XVIII.
Henedina, Saro y Rosa retratadas en la Playa de la Arena, cerca del Castillo de San José. Era muy habitual que las jóvenes de Arrecife fuesen con sus amigas a estos enclaves costeros para pasar las tardes de los domingos.
Vistas al pueblo y valle de Haría, con su característico palmeral y cultivos en terraza. Al fondo podemos ver el volcán de La Corona y, más a la derecha, la montaña de la Atalaya. La imagen está tomada desde las cuestas de Malpaso.
Henedina, Saro y Rosa posando en la Playa de la Arena, cerca del Castillo de San José. Era muy habitual que las jóvenes de Arrecife fuesen con sus amigas a estos enclaves costeros para pasar las tardes de los domingos.
Saro y Henedina retratadas en la Playa de la Arena, cerca del Castillo de San José. Era muy habitual que las jóvenes de Arrecife fuesen con sus amigas a estos enclaves costeros para pasar las tardes de los domingos.
Henedina, Rosa y Saro posando cerca del Castillo de San José. Era muy habitual que las jóvenes de Arrecife fuesen de excursión con sus amigas a estos enclaves costeros para pasar las tardes de los domingos. Puede verse cómo la joven Henedina lleva la talega con la merienda.
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